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mardi, mai 02, 2017

¿por qué tanto nihilismo en la sociedad francesa?

Estas elecciones tienen un punto ciego, nihilista, el del voto en blanco o la abstención. ¿Se puede ser indiferente a la llegada del Frente nacional al poder y qué significa esto?
-Expulsión de extranjeros y guerra contra el Islam
- ninguna política de transición energética
-fronteras cerradas
-posible anulación del derecho al aborto
-restricción de la libertad de prensa
-cero programa en educación, en vista del nivel de sus candidatos, lo mejor sería pensar que la educación no sirve para nada.
-no hay propuesta a la política neoliberal, con el cierre de fronteras basta y sobra, puesto que el problema es la globalización y, sobre todo los extranjeros.

en realidad es mucho más grave de lo que se deja ver, hay una crisis de paradigma de sociedad, de representación, de LENGUAJE. La gente no sabe cómo nombrar ni describir un futuro en común, Jean-Luc Mélenchon logró algunos acuerdos, de ahí que mucha gente que votó Frente nacional votase por su agrupación (no es partido, ojo), La Francia insumisa, apoyándose en algunos pruritos nacionalistas, tipo, "la grandeza de Francia", la quinta economía de Europa, y Francia no es España, cosa que me disgustaba, aunque su programa fuese bueno, tanto como el Benoit Hamon (PS, candidato a quien quemaron inmediatamente), por otro lado. Nadie lee los programas.
atención al tambor.
Si bien el neoliberalismo es el nicho donde crecen las desigualdades y se acumulan las aguas turbias del resentimiento y la frustración, no es la única causa (hay regiones prósperas en el norte, donde no hay desempleo y se vota Frente nacional!). Es que el cambio tendría que ser completo, la sociedad entera debería cambiar para empezar una transformación lenta y durable. El valor trabajo salariado, tal y como se viene entendiendo es uno de los temas más complejos, nadie quiere oír que se le diga que está en vías de desaparición. Es un proceso que se está dando al margen de las instituciones, es decir, que mucha gente trabaja por su cuenta en el sector llamado terciario, o de servicios, a cambio de poco dinero o a cambio de nada, una nueva forma de trueque en muchso casos. Esto ya existe, ¿quién lo dice? Nadie. Solo se promete que se va a terminar con el desempleo.

La gente que votó por Mélenchon no fue tanto por su proyecto eco-sostenible, ni su visión geopolítica, sino porque prometió devolverle a la clase obrera un rol protagónico que ha perdido, ofreció la palabra, la creación de sentido en el lenguaje, a una parte de la población  con acceso restringido, eso es lo que ha primado, no los grandes ideales, la visibilidad. Por eso regresan a Marine Le Pen, ahí donde creen que tienen todavía un lugar.

Hay una falta de lenguaje, de texto, aterradora, ni siquiera los periodistas saben muy bien de qué hablan cuando describen o analizan la situación. Lo más grave es que esta "crisis de civilización" no tiene antecedentes, creo que es una ruptura en el hilo narrativo de la historia. Lo creo.

El problema de los que votan en blanco o se abstienen es que facilitan la venida de una catásttofe anunciada, es la consolidación de la tiranía, de la dimisión frente a un poder cada vez más escandaloso y más brutal, el del dinero. Esta "razón materialista" está en todos los discursos. Oponerse a alguien que no tiene otro lenguaje que el acusativo (Marine Le pen, o su sobrina), sin reflexión, es imposible. Emmanuel Macron, cierto, no encarna un programa económico deseable, está atado a las patas de ciertos poderes fácticos, cree en el "emprendedurismo", pero, hay un lenguaje con el que se puede tejer una salida hacia otro modelo de sociedad. Ya están los dados lanzados, las prouestas se han hecho, circulan, hay espacios, intersticios, su visión del mundo no es cuadriculada, hay un texto que se muestra en cada una de sus intervenciones, reconoce un rol fundamental al arte y a la literatura, la cosa es escribir en esas casillas otros contenidos, con otros textos. Y otras voces. No se trata de dinamitar la pizarra donde se escribe para tener un agujero oscuro. De eso se trata en estas elecciones, de no caer en el nihilismo.
¿Por qué se mira tanto a Francia?
Creo que si la atención está tan puesta en este país que de alguna forma es el mío, más de mitad de mi vida la he pasado aquí, es que es el país del Siglo de las luces, de algunos filósofos que nos han ayudado a pensar, gracias a que siempre ha apostado por ideales altruistas y nobles. Tal vez ha llegado el momento de devolverlas a las clases populares, hacer que participen, no quitarles más autonomía que será confiscada por el poder del dinero. Marine Le Pen representa así ese país carcomido por la pobreza de sentimientos y de imaginación, la Francia del dinero, del imago de los Estados unidos, del sueño miamero que no termina de tomar forma, un país cada vez más caricatural, más ordinario, menos interesante. La guerra contra las elites es la estigmatización surgida de esa lógica capitalista ganador-perdedor, del mundo del mercado y de la mercancía aplicada a la vida entre humildes que cuentan los centavos y que no tienen manera de soñar. La educación no les ha enseñado a imaginar nada que no sea cuantificable y su ascenso social no será nunca suficiente si el modelo de éxito sigue siendo una marca de lujo o una propiedad suntuosa. La pobreza es interior. Francia no es un país pobre, sino empobrecido, se ha empobrecido a fuerza de gasto y de querer seguir acumulando, es el discurso que intentó hacer oír Benoi Hamon, demasido ofensivo para gente que quiere seguir escuchando la música narcótica del progreso imilitado sobre las espaldas de quien sea.
Es el problema también de Emmanuel Macron. Ojalá comprenda a tiempo. No puedo pensar que hay cosas irrecuperables, que la gente es sorda y egoísta por elección en lugar de por defección.
En suma, Le Pen será la consolidación de un mundo post-industrial que pena para pasar a otro modelo, menos patriarcal, menos egoísta, un proyecto de sociedad más colectivo y creativo, hecho de actos y de frases, de presencia, de cuerpo, de afecto. Salir de la razon instrumental a la afectiva, son muchas cosas, uf! Antes, es importante que la gente pueda representarse ese mundo con menos objetos, más frugal y menos egoísta y solitario.Una revolución.