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lundi, août 26, 2013

Atravesar el idioma

Escribir es una forma de vivir un poco agotadora, las palabras resuenan, y resuenan fuerte. De ahí que se parezca un poco a la locura, es una locura tener tanta obsesión con las palabras. Creo que lo que más me importa, no es que se me reconozca como "genial", esa idea es arcaica, y tiene que ver con una forma de concebir a la literatura que es más del siglo XIX que de este siglo XXI. Escribir es más una reconstrucción en el sentido más amplio del término, es realmente entrar en el idioma, navegar por él, tratando de seguir una idea. Muchas veces escribo rápido, cierto, y el idioma no me alcanza, es decir, no llega a seguir el aliento poético (simbólico de la frase). Siempre, me entrego con vehemencia, trato de estar en contacto con algo que podría llamarse "verdad", pero que no es más que la instantánea de un instante, su "imagen absoluta". Esa imagen aparece y luego se borra.

Si la escritura no fuese una reescritura de la vida, una creación de sentido en el instante en que la asumo, no me interesaría. Sin embargo, me interesa la comunicación, es decir, que los demás entiendan y sientan el mensaje, cosa que no es evidente cuando te arriesgas a emplear otros códigos. Aquí la disyuntiva es clara: o asumes que comunicas o asumes que estás fabricando (hay algo de obrera en esto) una escritura. Me cuesta muchísimo leerme, y leerme con claridad, me descoloca hacerlo. Pero, y ahí viene lo de obrera, cuando lo hago, veo que hay lagunas, que hay ideas que no han quedado claras, las retomo, las pulo... Y sin embargo, algo se pierde en eso, un texto muy corregido, pierde fuerza. Lo más difícil es agenciar la velocidad de las ideas y las sensaciones con las palabras, porque, esa experiencia, para mí, es abismal. En ese trabajo me dejo caer en un abismo, quizás el que las palabras no signifiquen, que me parezcan huecas a fuerza de usarlas tanto. Por eso la sensación es primordial.

Esta mañana pensé en cómo algunos autores y autoras han tenido una imagen tan clara de su propio trabajo, al menos, aparentaban eso, que sabían lo que decían. No sé si esa fortaleza es verdadera, lo cierto es que yo no quiero parecer fuerte, ni segura, ni tan determinada, simplemente serena, atenta, observadora. No quiero caer en el "uso" de la palabra, que significaría trabajar únicamente con el lenguaje desde su valor social y de intercambio, pero no el poético, y eso, es casi una moral. Creo que hay una moral de la escritura que me obliga a chocar contra mis límites, a mostrarlos, un pacto que no puedo traicionar. Finalmente, mi sintaxis es mi propia vida, si tambaleo, tambalea todo mi lenguaje, si avanzo, avanzamos juntos.
Es extraño como experiencia y ando analizando eso de que esté tan ligada a mi lenguaje escrito. Es como si me estructura fuese porosa, nunca lisa. A veces pienso que tiene que ver con una imagen borrosa de mí misma, con la incapacidad de verme en medio de mi espacio social. Es más complejo, y sin embargo sencillo: mientras más me veo, menos necesidad tengo de reconstruirme, pero eso crea en mí una sensación de desencanto, la sensación de que el idioma ya me dio todo, que no me va dar nada más. Y para mí, eso sería la muerte.

anoche, sueños con plantas de albahaca..casas, esperas... la densidad de los sueños me han dejado la cabeza algo cansada.

1 commentaire:

Luisa Antolín a dit…

"¿Cómo sería escribir palabras imposibles? : moqut, avxzr, ristw. La sensación de extrañeza ante el lenguaje como cuando leemos un idioma que no entendemos, a pesar de que este escrito con nuestro alfabeto. ¿Cuál es la importancia y el sentido de la palabra escrita? ¿Cómo es la experiencia de leer con las manos, el braille de los ciegos? ¿Cómo sería reconocer las palabras con los dedos, la geografía de las letras?" Lisa.www.writingbrussels.com

Querida Patricia, te escribe Luisa, escritora/poeta residente en Bruselas. No he leído todavía ninguna de tus novelas, en cuanto tenga alguna al alcance, me pongo a ello. Me han entrado muchas ganas. Ayer leí un artículo tuyo publicado en el Babelia - (suplemento literario de EL PAIS) "Cartas robadas a la vida" y me sentí bastante reflejada como mujer escritora, vi también que tenemos referentes comunes V. Woolf, C. Lispector, entre otras... Escribo poesía principalmente, aunque también "experimentos"... Me interesa también la búsqueda de otras maneras de decir. Hoy te busqué en internet, llegué a tu blog y quise escribirte.
mi blog: micasalapalabra

Te envío un abrazo, con cariño y respeto, Luisa Antolín