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mardi, juillet 12, 2011

Las mujeres estamos económicamente muy mal

Cada vez que leo un libro sobre le tema de las mujeres y el empleo, me entero que siempre se encuentran en una situación de precariedad del empleo, sub-empleadas, o simplemente sin él. Salir del registro dominantes-dominadas, como escuché decir el otro día a Irene Thiery (la gestora de la idea de "presunción de veracidad" en el affaire Strauss Khan), como un imperativo me parece parece aceptable solo si justamente podríamos terminar con esa repartición injusta del empleo, o simplemente eliminar la pobreza del mundo, Más que una cuestión de economía, es una voluntad política. Si se habla de calificación, las mujeres están perfectamente calificadas para muchos trabajos, pero siguen siendo "intrusas" en sectores como la filosofía, las ciencias duras, o la literatura. Y eso, porque los prejuicios y la misoginia no disminuye, sino que se fortalece con el tiempo, y no permite, a aquella que no se pliegue a los valores patriarcales (es decir, convertirse en un "hombre", pero qué es un hombre? sino lo que la sociedad ha construido con prejuicios, supuestos, mitos?) queda excluida. Todo el tiempo escucho a mujeres que participan en debates con una cierta prudencia, casi disculpándose de star ahí, hablando. Y eso me abruma y me indigna. No hemos llegado en tantos siglos a poder convivir en igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Incluso pienso que la vida en pareja revela también esa incapacidad de aceptar a otra persona y lo que pueda representar (porque en lo fundamental ¿que nos distingue sino es un sexo, un volumen, un peso??) , sin miedo y sin desconfianza. Una mujer o un hombre es Otroa, es un abismo que se abre ante nuestros pies por el cual nuestra identidad, siempre imprecisa, puede deslizarse, pero ¿por qué tenemos tanto miedo de eso?? la vida es un proceso constante de despersonalización, cada encuentro, cada intercambio es relativizar nuestra existencia y hacerla relativa, sino, terminaríamos enloqueciendo. Y es por eso que en pleno siglo XXI los debates sobre lo que significa la feminidad o las masculinidad dejan sentir un aliento rancio, cargado de aburrimiento, pero sobre todo de miedo. Creo que este es el sentimiento que domina, miedo de todo.
Yo tengo la esperanza que, en diferentes puntos del planeta, surjan otras formas de ver la vida en pareja, más libres, menos ortodoxas, y menos reglamentadas por la religión y la nueva doctrina naturalista (hembras procrean, machos crean) que parece una nueva religión: Otra!!

tengo muchas imágenes de Venecia, cortos, filmes de la Bienal y los distintos pabellones, frases del libro Marca de agua, olores, sonidos, texturas... pero estoy feliz de llegar a Caracas, aunque no lo crean,  sí... cuando llegué, la sensación era de un tenor leve, acompasado y lento... Ningún estrés, árboles, palmeras, cuerpos de minotauros soberbios, mujeres con canastas en la cabeza, macizas, hermosas, niños de ojos soñadores (no idealizo, no creo), olores a tierra húmeda, una fuerza y un ímpetu que subyugan, de veras... Este paisaje es sereno pese a esa violencia de la pobreza, violencia que, socialmente daña tanto... de paso, habría que escuchar más a Arnaud Montebopurg,  candidato  a las prirmarias socialistas en Francia, que recoge un poco los reclamos del M15 y dice las cosas que se pueden oír aquí en boca de Chávez (solo que él, en su lucha desenfrenada contra la pobreza, comete errores como contratar a ciudadanos chinos, aliarse con bielorusos  (sic) para construir a toda velocidad viviendas para las poblaciones precarias. Porque al parecer, Chávez está rodeado de personas que le deben más a Rasputín y a Maquiavelo, que al humanismo) la crisis humana que ha generado el capitalismo,  desglobalización, entendida en el sentido no de la exclusión del otro, el extranjero, sino como un rechazo de la precariedad del empleo y la explotación.

Y bueno, ahora debo salir a la ciudad, caminar entre estas montañas exuberantes a mi paso, ligero, lento, contemplativo...

4 commentaires:

Rafael Llimós a dit…

¿eres antirreligosa?
¿eres atea?
¿eres chavista?

el registro dominates-dominados es parte de la naturaleza humana

Patricia De Souza a dit…

No entiendo el comentario...

Rafael Llimós a dit…

A lo largo de la historia la mujer siempre estuvo en desventaja frente al hombre, es un hecho y es imposible cambiarlo, como es imposible desaparecer la frontera entre ricos y pobres. Estas diferencias y desventajas nunca van a desaparecer, porque son consecuencia de la naturaleza humana y los humanos no vamos a cambiar nunca, sino dejaríamos de ser humanos. Todas esas propuestas soñadoras sobre construir una sociedad mejor, sin diferencias de clases, o una sociedad civil sin Estado, han fracasado. Las famosas utopías de la modernidad. No son más que mitos.

Esas diferencias y desventajas, esta vinculadas al ejercicio del poder. Y nadie (al menos ningún humano) es totalmente imparcial o neutral como para estar desvinculado de tal ejercicio. Como dijo Cristo: quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Hay excepciones a la posición desfavorable de la mujer, como por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional tiene por primera vez a una mujer en la dirección. Los países miembros de más peso en el Fondo votaron por una mujer europea, finalmente europea, sacando de competencia al candidato latinoamericano. Otro ejemplo del ejercicio del poder y del uso de este para marcar diferencias. Prefirieron a una mujer europea que a un latinoamericano, aunque sea hombre. Un representante de los países llamados emergentes que empiezan a tener voz en el Fondo, una institución europea por donde se la mire.

Las cosas no pasan por nada, ni por capricho del destino, ni por un supuesto azar, todo tiene una causa. Como dije líneas arriba, nuestra humanidad que generalmente no nos muestra como humanos, es la causa de las diferencias y desventajas. Así es la realidad, pues no estamos en ningún paraíso.

Todo tiene una causa, pues vivimos en un universo determinista, claro no como lo pensó Laplace, pues el universo no es una maquina. Ahora los físicos ya no interpretan al universo como una maquina a la manera de la Mecánica Celeste de Laplace. Sin embargo, vivimos en un mundo determinista, pero no predecible, hay que recordar el efecto mariposa de la teoría del caos. Esta propuesta es válida para todos los aspectos de la realidad, no solo el comportamiento de la naturaleza que interesa a los físicos, sino también a nivel humano, social y sicológico. Todo tiene una causa por lo tanto todo tiene una razón de existir. Si el mundo no es un paraíso, culparemos a nuestra humanidad.

El mundo hubiera podido ser mucho peor, y ya no existiríamos, afortunadamente surgió la moral como un freno a la bestialidad humana, porque el ser humano sin moral es la peor de las bestias.

Nombré a las utopías como mitos de la modernidad. Otro mito de la modernidad aparte del progreso, es la racionalidad occidental, que generalmente ha servido de pretexto para cometer todo tipo de acciones irracionales, pues la razón no es el motor de las acciones humanas, sino el impulso sexual y sobre todo el ego.

Si fuéramos totalmente racionales, no existirían las diferencias y desventajas mencionadas al principio del texto. Pero nuestras acciones generalmente no son racionales y obedecen a necesidades, gustos, caprichos y prejuicios. Afortunadamente los principios morales han encauzado nuestra humanidad, principios que siempre han tenido un trasfondo religioso. La idea de un código de moral construido sobre la racionalidad, es otro mito de la modernidad.

Perdimos el paraíso cuando descubrimos la diferencia entre el bien y el mal.

Patricia De Souza a dit…

El hecho de que aceptemos nuestras limitaciones, no convierte nada en "natural". Al contrario, nada es natural, sino forzado, inducido, preparado. Y esos canales conductores, pueden cambiar. Nadie habla de "sociedad perfecta", ni de categorías de decadencia, ni de Bien ni Mal, que son un tema complejo que no se puede resumir en pocas líneas, pero sí de cambiar nuestra mirada sobre lo que consideramos "bueno y malo". Es ahí donde puede haber una transformación... No es difícil nacer de nuevo simbólicamente...