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mercredi, mars 30, 2011

si esta vez no sale es que no quiere que se vea

A punto de...

Estoy a punto de escribir sobre el libro de Judith Butler, Trouble dans le genre, en francés, que recien leo y que me ha transformado la manera de ver el género. Cierto, intuía ciertas ideas, pero no había pensado que también podía existir un pre-discurso, flotante en el ambiente que nos hace emplear ciertas palabras in preocuparnos de su sentido, por ejemplo, la palabra "mujer". Espero tener el tiempo de "formatear" esta idea, tengo un espacio agradable y un cierto silencio. Solo me falta el tiempo. Como hay viaje a México, no puedo evitar andar imaginar cómo va a ser mi regreso a ese país que quiero bastante. Me veo caminando por la colonia La condesa, por mi calle, Amsterdam, por la calle Donceles, y el zócalo, Cuernavaca... Por ahora debo corregir. En realidad para escribir ensayos bien pensados, hay que dedicarles todo el tiempo, investigar, comparar, analizar... un trabajo de obrera... así que au chantier!!

una casa en la montaña, en Caracas

mardi, mars 29, 2011

La continuidad

Seguir un hilo, tratar de establecer un vínculo, anudar...
Hay días en que la experiencia se hace tan fragmentada, tan difícil de unir.
Unir el exterior con el interior.
Componer
amalgamar...

Y en el centro: nosotroas.
Recostadaos
sea seriao,
no diga tonterías
ni hable por hablar
aunque esté siempre tentadao
dejar la frase, torpe, inacabada, en la página en blanco.

dimanche, mars 27, 2011

Tenir bon, Gradiva,..

"Tenir bon", quiere decir mantenerse siempre de pie, el rostro bien en alto, buscar la luz, orientarse... Ayer fui a la Feria del libro de Caracas, en el teatro Teresa Careño, uno de los más grandes de la ciudad, de arquitectura muy moderna, un espacio de convergencia, vivo, lleno de gente de todas las edades. Totalmente democrático. Y ahí, en el stand de la editorial Siglo XXI compré libros que ya había leído pero que necesito revisar, y aunque, algunos fuesen traducciones del francés, decidí comprarlos después de hacer malabares para poder pagar (una de las cosas que me devuelve a la realidad es el desapego que impone Venezuela con los símbolos del poder adquisitivo, la tarjeta de crédito, la de débito, etc... pueden ser interpretados como símbolos, puesto que son representaciones-concretas- del poder adquirir, pero, y el trueque, ¿no es otra forma de adquirir?) y, antes de irme por las ramas, compré entonces,  Fragmentos de un discurso amoroso, de Roland Barthes, que estaba en medio de una pléyade de libros de Michel Foucault, y Lacan !! Además de Eduardo Galeano (sic).... Entraban niños, mujeres, todoas pugnaban por mantenerse en la cola, mientras la persona de la caja anunciaba cortes en el cabezal de tarjetas, etc... Por fin, salí con mis libros bajo el brazo. Abro el libro de Barthes, fragmento sobre la figura mítica de la Gradiva:

El héroe de Gradiva es un enamorado excesivo: alucina lo que otros no harían más que evocar. La antigua Gradiva, figura a la que ama sin saberlo, es percibida como una persona real: ahí está el delirio. Ella, para escapar suavemente, se conforma al principio a ese deliro, entra en él un poco, consciente en representar el papel de la Gradiva, en no destruir enseguida la ilusión y en no despertar bruscamente al soñador, en aproximar insensiblemente el mito a la realidad, mediante lo cual, la experiencia amorosa asume, hasta cierto punto, la misma función que la cura analítica. 

!Qué lúcido Barthes!! Yon siempre he pensado que hay personas que facilitan este trabajo, aproximan, o hacen que el mito deje de serlo,  para dejar paso a la realidad. Sucede con las separaciones por dar un ejemplo fácil. Muchas veces, cuando entramos en una relación amorosa, todo nuestro aparato mitológico se pone en marcha y activa razones para mantenerse activo, es decir, crea ficciones en torno a lo que se vive, antes de pasar a ser una relación de verdad en la que cada uno es una parte entera de ese proceso. Hay relaciones que nunca pasan a ser concretas sino que cuando se rompe el mito que las ha fundado, se desmoronan, una imagen que me viene a la memoria es la Justine de Lawrence Durell, que es reemplazada por una relación más verdadera con Clea, en el Cuarteto de Alejandría. Yo recuerdo haber pedido una vez que me dejasen hacer ese trabajo, pero creo que muy pocas personas entienden, o prestan atención, a la función que cumplen dentro de la psique de alguien. Y no podemos exigir algo que a los ojos del Otroa, no aparece claramente.

Sigo con mis lecturas de domingo, leo una estupenda entrevista (le nouvel Observateur, del 17-23 de marzo) a una la autora indú, Arundhati Roy,, cuya visión de las revoluciones de Oriente, es muy distinta de la celebradísima  en los medios occidentales que leemos y que nosotros repetimos. Hay que seguirle los pasos a esta escritora, quien acaba de publicar un ensayo: La democracia.

tal vez un paseo en la Cota Mil en bicicleta, tal vez a pie, tal vez una canción, y otras lecturas...

vendredi, mars 25, 2011

Las edades de Eva

He tenido también veinte año y no dejaré que nadie diga que es la edad más hermosa de la vida. Creo que siempre busqué madurar, desapegarme, aprender a renunciar. Como aprender a callarse, algo que todavía no aprendo. Anoche, en la presentación de la antología de cuento publicada por Gallimard, con prólogo de Vargas Llosa (dos páginas) y seleccionada por Gustavo Guerrero (consejero de la misma editorial) y Fernando Iwasaki, peruano que vive en España desde hace más de treinta años, me producía cierto escosor oír hablar de "literatura femenina"como categoría natural, como si las mujeres estuviésemos marcadas para siempre por el género, casi animalizadas. Lo que me sorprende y abruma, es que normalmente estos temas podrían ser parte de un debate, pero la disposición es nula, la puerta, cerrada. Es una lucha por imponer una idea de la literatura decimonónica, reductora y sexista, que no permite el diálogo sino la imposición, es decir: yo poseo la verdad. El conocimiento, o lo que se considera conocimiento como la religión de la verdad, y la no aceptación de puesta en duda. Pero también una normatividad del discurso, es decir, hasta qué punto aceptamos puntos de vista divergentes, como decía Foucault, desde una forma hegemónica de saber al que podemos contestar como autoridad.
Pensaba mientras oía esos, digamos, slogans, literatura "no política", "literatura femenina"... desmontarlos, parece imposible, pero cada es vez más necesario. Yo creo que los blogs, pronto, los libros digitales, servirán a hacer circular otra información y entraremos a una época completamente comparatista, más compleja, pero también más rica. Ese es el lado bueno de las cosas...

Y tengo que correr para la cena...

mercredi, mars 23, 2011

Y la revuelta..

He estado leyendo estos días los sondeos sobre las próximas elecciones en el Perú, que serán el diez de abril. Y sentía poco menos que frustración, el hecho de que el candidato de derecha esté subiendo (PPK) no debería sorprendernos, por último, tampoco Toledo es de izquierda. Sucede que en mi país el electorado es totalmente voluble, ignora su situación como ciudadano (para los que se consideran como tales) y no tiene ni idea de sus derechos, ni de sus obligaciones civiles (votar no es marcar un papel, es elegir un programa de gobierno para todos, no es un feudo, es un país) vivimos en une estado amnésico constante, sin memoria, sin análisis, sin pensamiento, lo que hace que sea el terreno perfecto para que cualquier propuesta, por más conservadora y radical que sea (Keiko Fujimori que está a favor de la pena de muerte, es una perla) florezca ante la impasibilidad de la población. Pueden votar un día por Toledo y el otro por Keiko si hizo una broma divertida, si salió en un programa con rating, etc... es de una frivolidad... Los intelectuales no abundan, y nunca leo artículos o columnas de análisis sino simplemente diagnósticos coyunturales, es como si hubiese un cinismo constante, una ausencia (para acomodarse), un letargo, y una gran desinformación para pensar. Recuerdo que un día en casa de mi familia, que quedé perpleja al oír a la mayoría de mis primos (todos ellos menores) decir que votarían por el candidato de derecha, era abrumador. Ningún peruano ni peruana considera que su situación es grave, por más que viva en una barreada, tenga cortes de luz, pague carísimo el agua y todos los demás servicios, sin hablar de la educación y la salud. El pobre no se reconoce pobre sino que  se ve en la mirada del que domina, del rico. Me hace pensar en las conserjes españolas que leen todo el tiempo "Ola", así en francés,  que son super conservadoras y xenófobas, voto Le pen seguro...

¿Entonces, mientras menos se tiene, más cerrada la consciencia? Creo que sí, pero hay un azar objetivo que puede producir una trascendencia, aquel en que las personas accedan a una información madura, pensada, analítica e insobornable: mucho pedir por ahora...

mardi, mars 22, 2011

La mudez

A veces me encuentro muda, ya no sé con quién hablar, o qué decir. Es la desposesión, un abandono pasajero del lenguaje como herramienta espiritual. Cuando la vida concreta es demasiado pesada, hay que aprender a nombrarla de nuevo, nacer con ella, aprender a caminar...
A veces me sorprendo de que la duda esté ausente, de esta alocada marcha del tiempo, de este mundo que corre no sé adónde.
Si bajo una escalera, otroas la suben, pero, ¿Por qué? Me digo, me repito, que algún día comprenderé, tantos libros, tantas palabras, tanto decir, todo eso... ¿para quién, para qué, si nadie nos oye?

Tal vez un día tengamos la humildad de renunciar a estos "derechos de autor(a)", a ser un nombre más en una guía de Internet con textos escritos, creo, honestamente que nos vamos acercando a esa etapa. Y no me da miedo, solo siento ganas de mantener un silencio prudente, observador. Al final, no soy menos escritora si me pongo a cosechar verduras o vender cuadros, porque cada gesto, cada línea, cada frase, es una forma de sobrevivencia, sin trampa, sin tregua.

lundi, mars 21, 2011

Las efigies


Que triste desconocerse y no relacionarse más que a través de los personajes ficticios que hemos inventado,
como dos efigies que no pueden hablar desde su inmovilidad.
Los sentimientos petrificados,
el amor petrificado
¿Cómo relacionarse realmente con otras personas, que entren, que se traduzcan en el interior? Es el reto más difícil que siempre nos abandona en un cierto desarraigo y a permanecer en una especie de caverna en la que solo palpamos formas abstractas: percibimos luces tenues.

Escuchaba a Zizek, el filósofo y psicoanalista esloveno, decir que la última moda en Nueva York era que los hombre se cortasen el miembro en dos para tener doble coito (sic, re sic)....
La frivolidad del mundo, frente a la catástrofe, las guerras, las tragedias, y el simple hecho de existir confiando en la vida, en el simple hecho de existir...

fotos: vistas del Orinoco, niños desvalidos  y casitas vulnerables...

samedi, mars 19, 2011

El tiempo

¿Dios, qué es el tiempo?, se pregunta San Agustín en el libro XI de sus Confesiones, y es extraño, pero no había calculado que han pasado más de tres días sin escribir en mi blog, quizás porque dije demasiado para mí y necesito llenar el interior... O tal vez porque la experiencia ocupa mi cabeza, lo raro es que pensaba que sentía que lo había hecho. Pienso en esto porque este blog es muy importante, es mi espacio de "verdad", sin afectaciones (aunque a veces pise el palito del exhibicionismo, trato de no ceder a ninguna estetización fácil), sin treguas. Aunque a veces de la rapidez con la que va, escribir inmediatamente una idea puede ser arriesgado (no tener tiempo de redondear una idea) pero yo prefiero su honestidad, revela nuestro lado incompleto, nuestros límites, nuestros errores. Si escribir es afinar nuestro oído para saber oír, también es entregarse, arriesgarse, decir cosas que no siempre nos van a mostrar nuestro mejor lado, entregarse. Hay un detalle que me interesaba esta mañana, y es que muchas personas que ven los posts del blog en el FB no lo leen porque el FB exige rapidez e inmediatez. Y leer es un esfuerzo, no es exhibicionista (como lo es en parte el FB, mírenme, aquí estoy) sino un gesto íntimo que necesita un poco de silencio.

Esta mañana mientras caminaba por la montaña, sentía el silencio, en contraste con el frote de las hojas en los árboles.... yo ya no sé vivir sin ese silencio, tal vez me he "desocializado" y seré una ermitaña, no lo sé, pero me es imprescindible la soledad y el silencio para poder estar bien, aunque adore la música y el mundanal ruido, Venezuela me ha acercado a la naturaleza. Ayer Michel Fanette, Francis y Odile lograron ver el rescate de un oso perezoso en plena ciudad!! ¿Cómo llega un oso de esos hasta aquí? Pues de rama en rama, de árbol en árbol, la naturaleza es fuerte.

Foto: rescate del osito en cuestión en Altamira, en pleno Caracas.

mercredi, mars 16, 2011

Solo ahora

Solo ahora puedo recordar algunas cosas, cuando mi madre está echada en su cama, con el pecho herido, en la escalera mecánica del hospital, el rostro inclinado de las vigilante, su larga cola,
en mi libro Tristán, en mi ángel de guarda dulce compañía
la bicleta apoyada contra el muro
el beso furtivo de ese chico tan joven a una mujer desconocida
tan ligero como una nube de Lima
aquella mujer, me dije, debe renegar de su deseo
tan presa de sus miedos, tan poco dispuesta a rebelarse
el chico la besa primero en la mejilla, luego en la boca,
ella hace como si no se enterase
oh, tantas mujeres abandonadas, sin poder saber dónde está su deseo
el chico la besa, luego se va
es delgado y camina como si pisara copos de algodón
la escalera mecánica del hospital
el olor a mar de Lima, pensar en ese instante
en pasiones que se ahogan, se someten,
en el cariño de una hija por su madre, y por su padre
y por sus hermanos, nunca dejamos de ser los hijos y los hermanos
tampoco de aquellosque hemos querido

Lecturas

Si no leyese tanto, no escribiría tanto...
Encuentro en el libro de Julián Rodríguez, a quien conocí por azar en un tren rumbo a Madrid, este fragmento, el libro se llama Cultivos, y ahí nos habla de la tierra, se siente la tierra. El fragmento es de Georges Bataille, y Julián la introduce en su texto como un coro, como una réplica:

Cuando pienso en mi loca angustia, en mi necesidad de ser inquieto, de ser en este mundo un hombre que respira mal, al acecho, como su fuera a carecer de todo, imagino el horror de mis antepasados, campesinos, ávidos de temblar de hambre y de frío, en el aire enrarecido de la noche.

Más allá el mismo escribe: He creído que viajaba hasta aquí hoy para reconciliarme, pero no es así. me guardo mis mentiras.

Ayer conversaba con NB, me dice: hay un espejo que te protege, frágil. Cuando alguien lanza una piedra, se quiebra, pero la hoja también se desgarra.

Yo quiero que el vidrio sea sólido.

¿Por qué escribir tanto? Porque necesito dar, mientras siga recibiendo, mi goce, mi alegría, es dar...

mardi, mars 15, 2011

Los sueños

Corro tras la sensación de un sueño, lo escribo, lo fijo en el papel. Recupero mi espacio, mi respiro, mi latido. Con los ojos limpios como la luz me veo mirando el cielo de Caracas, la montaña, otra vez el cielo.
Cuando veo al médico, abre los ojos muy redondos cuando le digo que me fui al Orinoco tomando antibióticos. No entiende esa necesidad de conocer otros pueblos, los más vulnerables, los olvidados, los que son mis aliados.
Compro varios libros en la librería de Las Mercedes, los Tratados morales de Seneca, otro de Julián Rodriguéz y Pobres gentes, de Dostoievski... me preparo para leerlos. No conozco otra forma de vida mejor, otra existencia que no sea esta de recoger, para después entregar...
mi
ahora sé que iré a México, recogiendo mis pasos, mi casa, mi parque, mis brazos extendidos, pasaré por Donceles, me perderé por el Zócalo, y otras cosas más...

cuando el médico me decía "que solo había salvajes en el Orinoco", me dolía. Me sentía Paul Gauguin regresando de la Polinesia!!

Imágenes que no puedo subir, hago clic, y me salen estas fotos, la primera es el Orinoco, y la segunda es el lado anglosajón, y sonriente de Bogotá... abandono por ahora...

lundi, mars 14, 2011

Detenerse

Hay ocasiones en que hay que saber detenerse, bajar la marcha, observar. Saber economizar energías también es importante, sobre todo con aquellas relaciones que no florecen por una falta de dialéctica (para ser dialécticos hay que ser porosos y salir de nuestro solipcismo) que es favorecida por la atención que prestamos a los demás. A veces, el diálogo con los Otroas no fluye, no hay más que solioquios (en una época en que nadie se pone en duda en la torre de babel, salvo los más aventureros) y no tiene sentido forzar el lenguaje, tratar de abrir puertas, hay puertas que se cierran y solo un terremoto las puede abrir. Es una pena, pero solo el peligro inminente nos hace más sensibles, más abiertos, más humildes. Hablando de humildad, yo creo que hay que saber ser humildes con los humildes, y a veces altaneroas con los soberbios. Es, a veces, una forma de dignidad...

Tengo muchas fotos que bajar, cosas que organizar y escribir, y para eso tengo que sedentarizarme por un momento, "echar raíces", como decía Simone Weil, para luego arrancar el árbol de raíz...

vendredi, mars 11, 2011

Una mujer

Soyez heureuses pour rendre heureux,
Paul Gauguin

Mujer exasperante, siempre inquieta,
siempre de viaje
siempre angustiada por nada
esperando por el padre
o hablando con la madre
la que busca y nada encuentra
la que exige
reclama
patea
y no sabe sentarse con las piernas cruzadas
la que piensa de sí misma: no soy nadie
pero es orgullosa
y caprichosa, un homme dixit...
la que miente para no sufrir
la que lo dice todo
y en ese "decir todo, absolutamente todo",
o casi
se desprende de lo que más quiere
la que no se ama
pero quiere aceptarse para mirarse en el espejo
levantada, erguida,
completa

jeudi, mars 10, 2011

La voluptuosidad

Ayer desperté con gritos de una colonia de "monos gritones", que venía desde el fondo de la selva imponiendo su ley. Eso es lo que me sorprendía, que esa es una naturaleza que te habla, que te interpela, que te dice que está ahí, independiente y soberana...

Hay un respeto que se impone, saber que no eres nada, nadie, personne frente a ese mundo animal que está tan vivo. Retomo el libro de Karen Blixen, La granja africana, para saber cómo sentía ella su vida en el África. Esta época intuyo que nos exige enormemente para comprender, procesar, y finalmente aceptar lo que estamos viviendo, la explosión social en las ciudades, nuestro futuro como seres humanos que viven en comunidad. Creo también que hay que seguir indignándose contra cualquier intento de imposición de un pensamiento fascista, que hay que pelear por dar oxígeno al pensamiento, hacer que el lenguaje siga siendo poético, ser los pulmones del lenguaje...

Ayer, regreso a Caracas, e intento de organizar lo que he visto, bajar fotos, acomodar, hacer siempre el trabajo de una obrera que construye día a día una pequeña, ínfima, autoficción....

mardi, mars 08, 2011

La lentitud

Incluso en el Delta del Orinoco, en plena selva amazónica de Venezuela, cuesta seguir un ritmo lento (sic), cuesta porque, estar al  ritmo de un grupo, no es humano, o para mí, no lo es. Hacer visitas organizadas, que no sean solitarias, lentas y silenciosas, no me deja sentir y observar a mi ritmo. En suma, siempre llego a la conclusión que soy completamente antisocial, que no sé ir al ritmo de los demás, que me cuesta pensar y escribir sino estoy completamente sola, o casi. Si pienso, aunque me guste la vida mundana, pocas presencias me han dejado escribir, y, salvo una persona que no nombraré, nunca he podido escribir acompañada...

Pero lo importante no soy yo, sino todo lo que voy viendo. Esta selva, como me lo explicaba Olivier que conoce también aquella del Perú, es muy distinta, aquí  el río es muy húmedo y solo hay manglares, lo que no le permite a las poblaciones sedentarizarse en el interior (en el Perú, en Iquitos o Pucallpa, hay riberas y hay espacios donde la tierra es más seca), sino a las orillas, en las típicas casas sobre pilotes de la Amazonía. Ayer visitamos unas comunidades Warao muy pequeñas, de una pobreza para llorar, donde habían instalado, felizmente, una escuela, y anunciaban una posta médica. Ver a los niños corriendo desnudos, sonriendo en medio de su miseria, es terrible. Algunos estaban echados sobre el lodo de la ribera, con caritas luminosas, inconscientes de lo que vivían (como el cuadro de Sorolla, esos niños indefensos y tan felices). Y luego, otra muy tierna y también triste, un grupo de niños jugando acuclillados sobre le suelo con canicas. Yo sentí como si los perturbase que los descubriera en una intimidad que solo les pertenecía a ellos, pero que, por la pobreza, y la forma de las casas, que no tienen ventanas, ni puertas, no les permitía respetar. Hay siempre algo de indecente (morboso) en esas visitas, y las padezco, aunque siempre me comnvenzo de que de otra forma no podría acceder a ellas..

Las fauna y la flora aquí es densa, chiguires, ibis, tucanes, cocodrilos, garzas, monos, flores espléndidas como las del cacao... es decir, es como si de pronto, si logramos apartarmos del bullicio, y mantenemos un poco de silencio, podemos sentir esta belleza, su serenidad, su autonomía. Hace unos instantes miraba las colonias y matas de nenúfares deslizarse sobre el río, y era muy poético, casi como un haiku, pero ahora ya llegó el bullicio, y yo... Huyo,....

y no digo nada sobre "el día de la mujer" porque me parece patético....

dimanche, mars 06, 2011

En el delta del Orinoco

No pensé que llegaría, pensé que no soportaría las dos horas en camioneta, la hora y media en lancha por el río, que resultó siendo 3 horas porque la lancha se malogró. Pero, aquí estoy, en el Delta del Orinoco, con Olivier y sus padres que me sorprenden por sus resistencia. Sentada frente a mi computadora, escribiendo frente a la selva primera, no eds todavía la selva-selva... El´río fluye rápido, los colores son suaves y brillantes, hay tucanes, papagallos, nenúfares que navegan empujados por el viento, delfines... Y yo no me podía perder este espectáculo. La conexión wi fi es mínima, pero me permite escribir, aunque no pienso apartarme tanto de la naturaleza, solo que necesito soledad para entrar en contacto con ella y me he quedado sola mientras todos hacen un paseo. No poseo espíritu gregario, no puedo. Levanto la mirada y cuando veo las palmeras agitadas por el viento, doradas por el sol,el agua verde relampagueante, pienso que este lugar es también de ficción y sé que soy afortunada en estar aquí. Me han advertido que a partir dela cinco de la tarde aparecen los mosquitos, o sea, una agujita aquí, otra allá... tendré imágenes, muchas imágenes, espero.  Me muero de ganas por conocer cómo viven las poblaciones, los Warao (que han poblado esta región desde hace 9,000 años, viven de la pesca y son transhumantes, además de tener un pensamiento mágico importante), s, debe ser mi lado etnóloga, que explica mi fascinación por Lévi-Strauss...

Oko Naria: hast la vista! en warao.

vendredi, mars 04, 2011

¿Ustedes no sienten frío?

Página desarticulada de mi vida,
la ciudad,
la herida de mi madre que no cierra
el movimiento,
los Otros
no sigo sus pasos,
escucho mi eco, mi pasado que se va
una página que alguien pasa con una mano pesada
la sombra profunda de un hombre
de error en error
de equivocación en equivocación
de frase en frase
mi madre
yo
sin dios
si patria
mi querida madre
cansada de padecer...
las dos, tan solas
Raté, fini.
No poder cambiar nada
rebelión
leo a Helene Bessette
así me hubiese querido llamar
Helena, simplemente...
¿No sienten frío, en medio del calor, no sentimos, sienten, frío?
Ella escribe: en un instante he comprendido mi poca inteligencia, mi ignorancia, mi error..
¿qué error?
Un barco espera, un río espera, una población espera...
todo es una larga espera, sin desesperar, lenta, aferrada a un abismo..

jeudi, mars 03, 2011

In extremis

Estoy a una velocidad que no es la mía, que es el tiempo del reposo, de la meditación. Espero regular el ritmo y poder ir más lento, pero, en esta época, ¿se puede?... No lo sé,  y estos meses están siendo muy acelerados, demasiadas cosas que no he procesado, afectos, distancias, y acercamientos. En unos instantes corro al aeropuerto, y sin embargo, estoy muy contenta de regresar a mi casa en la montaña. solo que yo quisiera más tiempo, y tiempo lento.

La dictadura del tiempo, es horrible... No deja que las frases se inscriban...
Veo la montaña. una calle, una casa con muros de ladrillos, el movimiento rápido del conductor del taxi, su expresión desafecta, un cartel enorme...

a veces, cruzo a alguien en la calle, y, luego de cruzar dos frases, una pregunta, una indagación, me da la impresión que ha sido fundamental...

mardi, mars 01, 2011

El poder de las palabras

Basta que yo vea una frase escrita que me sugiera algo para que instantáneamente me sienta bien, así como el nombre que llevamos es la garantía linguística de nuestra existencia, si es que no nos llaman por nuestro nombre, no sabemos si existimos, las frases son el sentido y el tono de un día. Seguimos en Bogotá y casi nos confundimos con la población bogoteña aunque siempre que nos oyen hablar, nos preguntan de dónde somos. Bogotá es una ciudad caótica, su arquitectura es un poco violenta, salvo por los edificios en ladrillos, que le dan color y la hace medio romántica. Las calles están llenas de gente que atraviesa, camina, ambulantes, transeúntes y algunos mendigos, la mayoría de las veces muy simpáticos. Su acento es más fuerte que el venezolano y a veces me cuesta  descifrar lo que me dicen, hablan rápido y con un dejo muy gracioso. De los cafés, he descubierto el café "Oma", que me hace pensar en mi abuela paterna (a quienes llamábamos así por mis primos hermanos, de madre alemana) a quien no le gustaba que la llamasen "abuela". El café lo sirven en tazas, y no en vasos de papel como en el Valdéz, y el ambiente es menos aseptizado... Sobre la comida, nos contaban que la peruana es referencia obligatoria, que hay La mar, Rosa náutica, Rafael, Astrid y Gastón, y un paquete más, pero, todos estos lugares son muy caros, en realidad, tan caros como un restaurante en París, así que solo unos privilegiados pueden ir. L a vida aquí es muy cara y la clase media parece agobiada porque vive limitada y con el temor de la inseguridad, eterna cantaleta de los países del Sur, aunque Colombia tiene uno de los PBIs más altos de AL.---

Bueno, y pasando a otro tema, en la Terraza Renault, otro café del parque de la calle 93, llevaba escrita en la carta, esta frase de Paul Celan: El hombre que camina sobre su cabeza, ve el cielo como un abismo.

Yo no quiero caminar de cabeza sino de pie, con el hilo de cobre bien tenso. Necesito terminar varias cosas, dentro de la incertidumbre, empujando murallas, pero necesito. Así que vuelvo a recuperar mi concentración antes que lleguen Fanette y Michel, Francis y Odile desde Francia y partamos al Orinoco. Tal vez allí, en medio de la selva venezolana, o en Los roques (un lugar hermoso en el Caribe), logre escribir algo, tal vez... En todo caso tengo ideas que dan vueltas, situaciones que deseo desplegar sobre la computadora, a toda velocidad, y, por ahora, no puedo. La vida me empuja a las calles, a perderme en ellas, llenarme de su ruido, de sus olores... La escritura, y la procesión, van por dentro.