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vendredi, mai 22, 2009

Cuadernos de Beauvoir

Quedo perpleja frente a unas páginas de un vitalismo, de una lección de vida y confianza en el otro de Simoe de Beauvoir. Recién termino este libro de asi 900 páginas y me siento avergozanda de estar tan mal dotada para la felicidad. Lo traduzco y juzguen ustedes:

Lunes 2, martes 3, miércoles 4 de setiembre de 1929.


Días admirables. Enteramente comprendida, amada y sostenida. Y mi alma de Walkria sola, feliz, fuerte. Y el despertar de mi pensamiento que desea ser y decirse, y la perfección de esta felicidad, tan llena de promesas, llena de confianza que debo remontar cuatro años atrás para darme cuenta de que no la poseía. He ahí la "vida" que esperaba con tanto recogimiento en las mismas noches de setiembre, he ahí el gran "mundo" como no esperaba conocerlo, he ahí mi cuerpo libre, mi corazón ocupado y mi mente que se siente viva, sólida, lista a ser utilizada. Sartre mezcla todo eso en mi interior, y en mi cuerpo y, sobre todo (ya que en mi en mi corazón y mi cuerpo podrían existir otros) el amigo incomparable de mi pensamiento, que está extraordinariamente feliz de reeconntrarse de encontrarse con él en tan extremo acuerdo (oh, sí más que con mi Lama y Jacques!).
Esta podría ser una pasión total, inédita. Pero todavía no lo es, es incomparable a lo que sentí antes por Jacques, esa locura, esa obsesión, pero es la felicidad, soy yo que me soy devuelta a mí misma, y también una enorme ternura por él. Es el orgullo de nosotros dos, la certeza de su valor aplastante, la presencia de su delicado corazón, generoso, tierno, y de su gracia de espíritu. Nunca he conocido un tal equilibrio, una felicidad semejante, ese gusto por mí y por el mundo que me es dado a través de él. Es exactamente lo que siempre he deseado y buscado y que me ha sido dado perfectamente.

Todo es simple. Est año será perfecto, lo que vendrá después será cuestión de decidirlo. Sueño con viajes, aventuras y de nunca detenerme en ninguna parte, de tener una vida fulgurante.
Y por tanto, esta noche, en la ventana, con la lámpara puesta sobre la mesa de noche y los muebles, parecía posible que tuviese en frente de mí la misma presencia: la tuya, Jacques. (...)
Amo a cada uno como su fuese el único, tomaré de cada uno lo que tendrá para mí, y daré todo lo que pueda dar. Quién podrá hacerme un preproche?
No quiero hacer psicología con mis sentimientos por Sartre y comprarlo con el amor que todavía está naciendo. Hay que esperar.
Todo es simple. Nunca me ha gustado tanto leer, pensar, nunca he estado tan viva y feliz, y presiento un futuro rico. Oh, Jean Paul, Jean Paul, gracias...

Mnnnnn.... qué pasó? Sartre no era un Dios, simplemente que su actitud generosa, valorizante, sacó a nuestra Simone de cualquier prisión, le ayudó a ser libre, con tanta delicadeza! como que sí existen estos encuentros fundamentales. Una vez, recuerdo que me lo dijo Ribeyro: todo depende (el ser una gra escritora) de con quien te encuentres... Y ser una gran persona, porque Sartre y Beauvoir hicieron hacer muecas a la moral burguesa, hipócrita y beata que tenemos aún en nuesros días. Los dos se ayudaron a ser seres completos, libres. Recuerdo que en una entrevista (que además la colgué en un post anterior) dijo que cada cosa que escribía se la mostraba a su castor y viceversa. Y que nunca se había acostado enojado con ella, aunque discutieran... Una verdadera lección de vida y de saber compartir.

Merde!! acaba de haber un temblor muy fuerte!! Sin ruido, sigiloso y lento y he tenido que bajar cuatro pisos por una escalera que se movía como la superficie del mar!!... La influenzá, más los terremotos, decididamente, en México no es la indulgencia por ahora, pero quedémonos con ese fragmento extraordinario, justamente pensé: nos eas supersticiosa, Beauvoir hubiese reaccionado con serenidad, pero igual me voy a leer al parque...

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