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lundi, novembre 17, 2008

sueño

Anoche soñé con Catherine Millet, era un sueño largo, denso, hablábamos mucho. Esta mañana recibí mensaje de ella y le mando enseguida mi novela recién revisada más Erótika que, me dice. intentará leer en castellano. Más tarde me entero de que mi madre no anda bien y me doy cuenta de la situación catastrófica de la salud en el Perú sin seguro y pienso en cómo organizarme frente a esta situación. Pero además, una cosa me parece evidente. Nunca he compartido con Francia esa manera cómo se alejan de los padres conforme van avanzando en edad. Yo creo que el afecto es importante, y me es imposible pensar en dejarlos solos. Pero también creo que la vejez puede y debería ser, una edad hermosa, de observación y de paz. Una edad en la que disfrutemos de cosas distintas, después de haber afinado nuestros sentidos y nuestro pensamiento. Cierto, es fácil decirlo, pero no imposible. dar afecto, recibir afecto, es lo más importante. Y para eso, el lenguaje, la carta escrita, puede mucho.

4 commentaires:

Baakanit a dit…

Espero que tu madre esté mejor. Unas palabras cálidas tienen mucho poder, haces bien con escribirle.

Yo creía que en Francia los nexos con los padres eran más cercanos, que eran distintos a los de los Estadounidenses, pero veo que no.

Saludos

Patricia De Souza a dit…

Merci, Baakanit...

Patricia De Souza a dit…

Ovidé decir que, en Francia, la idea de la libertad individual, a veces, se se confunde con una renuncia al afecto, y es de un jansenismo duro... y es tan fácil no renunciar a ellos!

Baakanit a dit…

Volviendo al tema del abandono, este post me ha hecho recordar a L'etranger de Camus, la relación de Meursault con su madre.

A veces la línea se torna un poco borrosa, y se hace difícil decir si el distanciamiento se debe a la libertad individual o si es realmente una renuncia al afecto.

Saludos