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lundi, septembre 22, 2008

Escuchar mi propia música

Creo que una de las cosas que hacen que busque la soledad, es para oír mi propia música. Ahora escuchaba, con la oreja pegada a la radio or Internet, una entrevista a Christien Angot, ella hablaba de "écouter (escuchar)" y no "entendre" oír, que le sonaba más distraído, menos intencionado. Porque, decía ella, hay una música interior, hecha de palabras que todos podemos escuchar si afinamos el oído y yo he sentido, escuchado con todos mis sentidos, la voz de Bruno (personaje de la novela que comenté), acariciado su piel oscura, caminado de la mano de Charlie... y todo eso, pocas escritoras lo hacen y es también la primera vez que vemos un personaje así, construido por una mujer. No un blanco, no, un hombre de la calle, oscuro como una noche, pero hermoso en esa humanidad que lleva sobre la espaldas (me hace pensar en esos niños que veo en el metro en París, de piel y ojos negros, que me insparaban un sentimiento maternal inédito, raro). Etonces, no solo oír, porque puede haber mucho ruido, sino "escuchar", que suena un poco como murmuro. Y que afuerza de ponerlo en el texto se hace música que acompaña, que alivia, como una mano tibia que nos viene a poner en la frente y toda pena, toda tristeza, cesa un poco.

Llego de la Feria del libro de Veracruz, en la ciudad de Xalapa, que está al pie del volcán Orizaba, invitación que me llegó a través de Magda Díaz, que es tan entusiasta y vital y que ahora considero como una amiga cercana.
Me gustan las imágenes que tengo, cálidas, vivas, una calle, un quiosco iluminado, una quinta donde se baila fandango y la voz de una mujer amable que nos invita a pasar, las ropas colgadas de los cordeles, las puertas abiertas, todo como si hubiese sido ordenado con ua cierta ternura... la mañana en el hotel y, de pronto, otra casa, otro rostro, toda la vida desfilando así, con esa gracia humana que es como un soplo divino.
me conmueve esos instantes, o la voz de CA, que cuando le dicen: está sola? dice que sí cn la voz temnlando un poco (qué fuerza sin embargo!), al final, qué importa si es capaz de dar vida en sus libros? Eso, me parece de un valor enorme, esa sencillez, ese desamparo, con el que se muestra. Vive Angot!

Cuelgo una canción que me hace pensar en "alguien muy especial", que extraño mucho y siempre evoco como una tierra cálida por donde puedo caminar, recostarme. Y soñar... Y de quien me encantaría oír su música (ecoute-moi). Escuchen esta canción de Battiato... Y yo, solía decir que no me gustaba, qué necia se puede ser! http://es.youtube.com/watch?v=iMZLrJwyqSE

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