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lundi, juin 02, 2008


Me cuesta mucho no sentirme como la niña castigada cuando no se me disculpa una falta, un atropello. A veces herimos sin darnos cuenta y luego, después de esa guerra, solo somos víctimas. La mayoría de personas aconsejan abandonar, pero yo no creo en guerras justas ni injustas ni en enemistades justificadas o rupturas necesarias, simplemente no creo en ninguna guerra ni en ninguna enemistad. No me nutro de eso, no puedo, sería renegar de la confianza que pongo en los demás, de la confianza en la vida. No me veo avanzando en la edad diciendo: hay que renunciar. Renunciar dejar de soñar y dejarse morir. Y no, yo estoy en vida. Y permanezco. Descubro un texto de Marguerite Yourcenar (escrito a los treintaséis años), Fuego, poemas en prosa, yo diría un texto, y ya, que me ha impresionado (en general no es una autora que me guste mucho, es demasiado clásica). Lo descubrí gracias a Monique con quien intercambiamos títulos. Entre otras cosas, estoy empezando a leer una novela que se perfila fascinante: El niño quemado (puro fuego! han visto?), de Stig Dagerman, autor sueco que murió a los 31 años, muy en la línea de Bergman, por lo que me fascina.

Estoy sentada en una ermita, al fondo del jardín, se ve la montaña, se ve la ruta y el río, abajo, en el valle. Helene ha salido, cuando se vaya, la extrañaré (además estoy leyendo su última novela que ha salido en Minuit, La folie Silaz). Creo que podía haber una amistad de verdad.

Traduzco primero algunos fragmentos del libro de MY:
(prefacio)

Este baile de máscaras es el comienzo de una toma de consciencia.

(poemas)

Dónde salvarme? Tú llenas el mundo. No puedo huir si no dentro de ti.

No entregarse, es aún entregarse: es ofrecer su sacrificio.

Decimos: locos de alegría, deberíamos decir, sabios de dolor.

El amor es un castigo, hemos sido castigados por no saber estar solos.

Hay que amar un ser para correr el riesgo de sufrir. Hay que amarte mucho para poder sufrirte.

Estoy agotada: he caminado toda la noche para sembrar tu recuerdo.

Dejar de ser amada es hacerse invisible: ni siquiera te das cuenta de que poseo un cuerpo.


No se construye la felicidad sino es sobre la desesperación. Creo que podré ponerme a construir.


· He elegido los más cortos. Olvidaba decir que ayer hubo una conferencia de una especia de gurú que habló también de los problemas planetarios más urgentes: desastre ecológico y la necesidad de una economía sostenida y más justa. Cuál es la ideología de nuestro tiempo? El consumo, basado en un valor social, el trabajo. Qué pasa cuando no aceptamos el trabajo como un valor remunerado? No existimos! Luego pensé en aquelloas que escribimos y queremos vivir de eso. Imposible. Hoy se lo decía a Helene, ni hablar pensar en vivir de los libros, son como un don, un regalo, un sacerdocio...
· Por qué tememos tanto a ese don? Porque en él significa darse, entregarse sin cuota de rescate.
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· Conversaba con mi primo Sebastian a propósito de consumo y de vida austera. Está en un cacerío de la selva (Puerto maldonado, para quienes conocen), trabajando en una ONG de comercio sostenido. S sueña con un mundo menos pervertido por el dinero. Es una forma de sentirse también libre. Tal vez muchos chicos de su edad piensen así, liberarse del valor mercantil de sus vidas que se han convertido en prisiones. Me muestra su casa por messanger, está llena de aves tiene, incluso, un tigrillo!! Elle n est pas belle la vie!!

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