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mercredi, avril 23, 2008

Comentarios

He estado leyendo sus comentarios y me siento más comprometida con lo que escribo, de pronto, ya no es un proceso abstracto sino concreto.
Quería comentar algo a raíz de un mensaje de Rocamadour, y es que a veces si no respondo con la inmediatez de los demás blogs es porque evito la rapidez, el atropello. Es decir, es como si escuchase una música, la de mis lectores, y entonces la integrara en mi piel y me quedase acompañada con ella como una segunda piel. Me da cierto termor ir rápido, no pensar en las respuestas no dejar que surjan solas... este blog es, cierto más parecido a un diario íntimo, un recorrido interno (el mío) con todas sus fallas y limitaciones, por eso también el diálogo no se hace tan fluido pero agradezco siempre esa compañía, esa atención que completa el proceso de reflexión. También pienso en colgar los demás links, solo una cosa: me da miedo un poco el ruido de la blogósfera. Si escribo, es por una necesidad interior, más como un trabajo de limpieza espiritual, de aseo, por decirlo de otra forma, y me gustaría que siga siendo así, si es que mis lectores no se resienten. Es una forma de hacerse aceptar también...
Pienso en el fragmento que ha citado Rocamadour de la novela de Manuel, es cierto, no entiendo tampoco cómo no sucede un cataclismo cuando las cosas cambian y se cubren de olvido, por qué tenemos que resignarnos a la indiferencia y creo que esta es una de las razones de escribir: no dejar la tabula rasa. Inscribir en ella huellas, como diría mi amiga Elba.

2 commentaires:

XIGGIX a dit…

Tan solo es mi opinión, pero comparto tu deseo de mantener el estilo del blog tal y como hasta ahora, pues, el diálogo, necesariamente no se instaura mediante una respuesta directa, sino también a través de otra nueva reflexión que pudiera promover algún comentario en particular, pero, al final, es tu casa y nosotros somos una especie de invitados por "pública oferta" que no deberíamos pedir cambios en el menú :)

aa a dit…

Hola Patricia,

Puedo entender tu temor al ruido de la blogósfera. Es como escuchar el golpe de la ola. Te previene pero a la vez te enamora, un canto de sirena. Ahora llegas a cuestionar el fin de tu espacio en línea. Hasta ahora lo has mantenido como has querido. Si sientes las ganas de darle cierto giro, de involucrarnos a tus lectores: los activos, los que comentan, o a los pasivos como yo, pues la respuesta ya has de tenerla desde hace mucho. De lo contrario, ya estas prevenida. Según las historias, las sirenas no son muy de fiar.

Très cordialement,

Luis.