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lundi, mars 03, 2008

traducción

Como ofrecí, traduzco un fragmento de Albertina desaparecida: De otro lado no es por azar si los seres intelectuales se entregan casi siempre a mujeres insesibles (podríamos decir también, hombres) e inferiores, aferrándose a ellas, si la prueba de que no son amados no les impide de ninguna manera sacrificar todo a una mujer así. Si digo que hombres así (mujeres, Marcel!) necesitan sufrir, digo algo exacto, suprimiendo verdades preliminares que hacen de esta necesidad-involuntaria en un cierto sentido-de sufrir una consecuencia completamente comprensible de esas verdades. Sin contar que, las naturalezas complejas siendo raras, un ser muy intelectual y sensible tendrá generalmente poca voluntad, será el juguete de la costumbre y de este miedo de sufrir no bien se entrega a sufrimientos perpetuos, y que en esas condiciones nunca deseará repudiar a la mujer que no lo ama. Nos soprenderá que se conforme con tan poco amor, pero habría que representarse el dolor que puede causarle el amor que siente. Dolor que no hay que compadecer demasiado porque existen terribles conmociones por un amor desafortunado, la partida o la muerte de un amante, como ataques de parálisis que primero nos fulminan pero que después ayudan a los músculos a recuperar su elasticidad y su energía vitales.

(voila un Proust vitalista...)

2 commentaires:

Jo a dit…

por amor, volvería a padecer todo ese dolor, las infusiones... tal vez no haya cura

sigo convaleciente y aun asi brillan mas mis ojos.

Rain (Virginia M.T.) a dit…

Durísimos trances. Uno puede aludir a la intensidad y evocar ese amor que luego le hará daño, como una reminiscencia deseable de repetir. Me pregunto si la fortaleza no radica acaso en liberarse de lo que debilita. En este caso de aquel amor cruel, como se ilustra en el fragmento que has traducido.