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samedi, février 17, 2007

Melanie Klein


Me apasiona algunas idas de Melanie Klein, quien invirtió la idea de Freud (más predecible) de la envidia del pene en la fase edípica de la niña por la del seno (bueno o malo) de la madre y la necesidad del pene del padre. Para Klein, lo que la niña desea no es poseer el pene del padre, odiando a la madre por no haberle dado uno, sino incorporar el pene de su padre como objeto de gratificación oral. Ese pene estaría presente en el cuerpo de la madre a través de la copulación. Me parece muy interesante, el análisis que hace por ejemplo las tendencias homosexuales de la infancia que más tarde determinan un comportamiento sexual individual. “En mi experiencia, dice Klein, todo niño pasa d euna fijación oral de succión al pecho de la madre a una fijación oral del pene del padre”.
Luego añade que la posición heterosexual depende de la primera fase femenina del desarrollo del niño (que sublima a través del juego, Lacan diría los singnificantes, el lenguaje), pasa primero por las ganas de destrucción del cuerpo de la madre que contiene el pene del padre, fase edípica, y se resuelve cuando vence los sentimientos de culpa y de angustia que lo atacan. Al margen de toda esta teoría que es interesantísima, no hay que olvidar que el psicoanálisis, a partir de Freud y su teoría de la libido(y luego Klein, Lacan, Jung...etc), ha sido el mayor esfuerzo por entender lo más importante en la vida de toda persona: su equilibrio y salud mental, y evitar así el sufrimiento. Las patologías no resueltas tienen resultados concretos, desadadaptación, soledad, y culminan, en casos extremos, en locura o suicidio. Por eso me interesa el psicoanálisis: eros y tánatos, instinto de vida e instinto de muerte, culpa, restitución. El únido aspecto que no me convence en Klein son los modelos tradicionales de hombre y mujer, que tiene que ver con una época, por ejemplo, la pasividad en la mujer sino asume de manera feliz la necesidad de gratificación oral del pene paterno. Al haber centrado su análisis en la figura preponderante de la madre (lo que era normal!!) realizó una revolución coperniciana, pero, más aún, con esta idea del pene nutridor, desmitifica la idea de masculinad tradicional (según ella un hombre asume esa fase homosexual sublimándola y transformándose en padre y madre de la mujer. Son aquellos hombres que comprenden mejor a las mujeresy no tiene conflicto con ellas) otorgándole otro rol simbólico en el desarrollo del niño. Ahora, otra cosa que no hay que olvidar es que es el arte en general, y sobre todo la literatura, son las que trabajan estos aspectos, no analizándolos, sino dándoles una expresión sensible. Si el texto emerge como en un palimsesto, lo que parece son los múltiples juegos simbólicos del lenguaje con la realidad. Hay un análisis de Freud sobre la homosexualidad de Leonardo Da Vinci que me intriga...
Pero también me intriga la relación con un hombre que pueda ser maternal, bondadoso en el sentido Kleiniano. Curioso, por otra parte, que Winnicot, uno de sus discípulos haya mantenido esa influencia en la penumbra... Y ahora, salgo a la biblioteca de Beaubourg, Centro Georges Pompideu por más información. La tesis puede esperar...


Foto, Melanie Klein, nótese la bondad de su rostro.

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