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dimanche, décembre 03, 2006

fatums

Fatums


Una pregunta que siempre me hago es si nosotros somos completamente responsables de lo que nos sucede. En cierta forma creo que sí. Que cada cosa que nos pasa es consecuencia de una acción, de un gesto de nuestra parte. Lo que es imposible saber es si realmente hemos elegido, y en eso consiste nuestra idea de libertad. Muchas veces necesitamos tiempo para comprender las cosas, e incluso, no siempre estamos en condiciones. Ayer di un largo paseo por París en automóvil. Pasamos por la Tour Eiffel, los Campos Elyseos, el Arco del triunfo, La escuela militar, los Invalides, etc, y todo eso, no tenía el mismo significado de antes. Quiero decir que yo no lo miraba como la primera vez, como algo extranjero, si no como algo familiar y sin mucho misterio, pese a ser hermoso. No sé si sea así con todo. Yo nunca he sido supersticiosa, ni creyente, siempre pienso que las cosas sueceden como deseamos que sucedan, y sin embargo, nunca he podido explicarme las tragedias colectivasm ni tampoco las individuales. Tal vez esta última sea más comprensiblepara mí, el hecho de que una sensibilidad determinada sea incapaz de adaptarse a cietros cambios. Hay personas que nunca desarrollan el sentido común ni práctico y esto las hace marginales, excéntricas, antisociales, pero, en general, son las que más me gustan porque yo también me reconozco parte de ellos. Si una persona es práctica y tiene sentido común, sabe establecer jerarquías, dar valor a las cosas según sus necesidades. A mí me sucede que muchas veces tiendo a la indulgencia, por una especie de soberbia, en realidad, que me dice, tú estás por encima de esas cosas, como si nada me alcanzara. Y eso es falso. Si me alcanzan ciertas cosas, y si hubiese sido más cautelosa, estaría protegida, mas no sé hacerlo. Lo que tiendo a hacer es comprender para integrar esa parte a mi relato íntimo de forma que no quede fuera de mi existencia. A veces, puede que haga todo de mi parte para sabotearme(yo misma entrego las armas). Es quizás un sentimiento de culpabilidad, por sentir que no se merece lo que se tiene y que hay que pagar una deuda. No debería estar tan mal si de veras no nos saboteraría ciertas cosas, nuestras relaciones con los demás, por ejemplo. En todo caso, toda persona que puede pensar, sabe trascender los fatums e intepretarlos como tales, casualidades, o conjunciones de situaciones que se han ido decantando y que se nos aparecen como evidencias en algún momento, mostrándonos algo que antes no hemos visto. Anoche soñé con un gato pequeño y desvalido, supongo que ese gato era yo. O alguien a quien quiero. Borges siempre se soñaba con tigres, yo me sueño con gatos... Y voy a ver la exposición de Antonin Artaud. Antes de partir a Lima.

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