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vendredi, septembre 29, 2006


Ayer cociné una paella. Nunca había hecho una así que fue mi primera vez. Seguí los consejos telefónicos de una amiga. Discusión previa con Pierrot, digo Pierrot porque en esta película, Godard (yo le decía a Barry que God-ard, nose puede equivocar) habla como nadie lo ha hecho de la imposibilidad de la comunicación en el amor, desde una perspectiva lúdica, vital. La película de Godard sucede en Niza, muy cerca de aquí. Yo adoro esa película, no solo porque en ella hay referecnias poéticas, incluso de Lorca, me hizo descubrir Michael, si no que desmitifica la violencia. Es tan trágica la incomunicación, que termina siendo cómica. Al final lo que Marianne (Ana Karina) desea es vivir y Pierrot, vivir a través de las ideas y la creación (por cada 50 libros, un disco para Marianne).

Marianne no comprende a Pierrot y él no comprende a Marianne.

Estoy en el jardín del Monasterio, hay un sol espléndido, puedo recoger racimos de uvas ferscas... y aunque no veo el mar, lo imagino. Ganas de bañarme. Mañana tal vez vaya a Niza con Luc.
Terminada la lectura de Flora y Angot. Y empezado a leer a Marguerite Duras junto con un ensayo de Max Milner, El reverso de lo invisible.... es un texto sobre el claro-obscuro en la pintura, su lado conceptual y su lado plástico. Leído en Le Monde que en una conferencia en Torino, Coetzee se describió como un escritor profesional. No entiendo lo que quiere decir esto (¿?)
Me quedo pensando en esa frase.

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